Definitivamente es muy difícil para
mí seguir escribiendo sobre casi las mismas cosas que a diario suceden en mi país,
Venezuela, sin sonar, cada vez que publico algo, repetitiva, reiterativa y
hasta fastidiosa, para algunos de mis lectores de otras latitudes.
Pero es que señores ( a los fastidiados), lo
que viene pasando en la otrora próspera República de Venezuela, es no solo peor
cada día, sino que cada problema se agrava exponencialmente.
Es así como a principios de año y
solo por hace una pequeña comparación ( aunque para muchos resulte odiosa) en
un titular del diario El Tiempo de Bogotá, Colombia, se celebraba la cifra de disminución
de muertes violentas y homicidios a menos de 15.000 en el años 2013 y trágicamente
por esos días sucede el asesinato en una carreta del Edo Carabobo, de la ex
Miss y queridísima actriz Mónica Spear y su pareja, lo que le recordó a los
millones de venezolanos, que la cifra de hechos de este tipo en el país aumentó
a casi 25.000 en el 2013 ( porque 24.700 muertos es casi 25.000).
En una oportunidad, hace unos
meses, en una de mis últimas visitas a Caracas, me preguntaban acerca de cómo
se vivía en Colombia, un país marcado por enfrentamientos armados de una
guerrilla obsoleta de argumentos y para colmo un país con una reputación de
narcotraficantes. Yo honestamente le contesté a la periodista que, y cayendo
nuevamente en las tan odiadas comparaciones, en Barranquilla todavía se podía
vivir con tranquilidad, que los esfuerzos son realmente serios para erradicar
el flagelo del tráfico de drogas y que el país casi en pleno rechaza la
violencia de los grupos armados que se hacen seguir llamando guerrilla pero que
yo calificaría de terroristas (si vemos hacia atrás la historia de estos grupos
de antisociales)
En Colombia vemos avances en las
inversiones sociales, en seguridad ciudadana, en inversión urbana, en
carreteras, en amplitud económica. Miles de inversionistas extranjeros vienen
con confianza a invertir en un país que lucha por garantizar la seguridad
jurídica, que sigue teniendo muchísimos problemas sociales, muchas diferencias
entre ricos y pobres, pero encaminado a solucionarlos por la vía de la inteligencia.
Veo en Venezuela un país que a pasos agigantados
retrocede. Con una de las inflaciones más grandes del mundo, con una economía de
locos (que ni los gobernantes pueden explicar, con el atraso más grande en
inversión social, a pesar de las tan cacareadas “misiones”, con una corrupción
que ahoga todas los ámbitos, con escases... Involucionando.
Sí que antipática me puse, pero
podría también sugerir otros países, que en América Latina van en avance, pero
resulta que los que vivo y padezco son estos dos: Venezuela y Colombia.
¿Y qué vamos a hacer los
venezolanos?, el ciudadano común… Por lo visto nada… Hace pocos y a través de
algunos grupos políticos (yo aclaro, no tengo ningún color de preferencia) trasmití
un mensaje a la comunidad residente en Barranquilla, a cientos de personas que
alguna vez me facilitaron sus correos y números telefónicos, para, entre otras
cosas, conformar una red de ¿colaboradores?.. Pues está en signo de
interrogación (no entre comillas porque no cito a nadie, la experiencia es
personal). La razón de la misiva era conformar nuevamente un grupo responsable
de activar las ayudas desde el exterior a la oposición venezolana o a aquellos
que no les gusta llamarse oposición pero que adversar al régimen que está maltratando
al país.
Este grupo que se conformaría, podría
entre otras cosas idear iniciativas comunicacionales para seguir ayudando a
crean una matriz de opinión internacional que bloquee la maquinaria petrodolarística
con que el gobierno venezolano maneja sus relaciones internacionales. Enfrentar
y organizar las próximas elecciones que vengan al calendario, mantener
informados al resto de los compatriotas residentes en el exterior, y otras
actividades necesarias para aglutinar a ese grupo que cada vez crece más de
exiliados o auto exiliados que viven en la zona…
¿El resultado de la misiva? ¿Cuántos
se anotaron entusiasmados para colaborar con su país desde lo que estuviera a
su alcance? Ninguno…