martes, 11 de junio de 2013

Astracán

 Este domingo y como es ya costumbre en casa, se prepara “el” desayuno, práctica liderada por mi hijo Nacho, a quien le gusta la cocina y comer, pero ante su ausencia este fin de semana, asumí yo el compromiso, por demás agradable para mí.
Con la pereza dominguera del caso, habiendo ya compartido mí con mi esposo las primeras  (porque son varias) tazas de café con leche y discutido algunas noticias de la prensa, me dispongo a preparar el festín mañanero y en ánimo de complacer antojos, ya camino a la cocina pregunto:
-¿Quieren Huevos?
-Si- solo mi esposo alcanza a responder
-¿Cómo los quieres, perico?
-¿Qué?- Responde con demasiada sorpresa- no te entiendo
- ¿Cómo que no me entiendes? ¿Qué si quieres perico? Ya a medio camino de la cocina,
Pero me decido y me devuelvo, porque la distancia no es tan grande como para que no me oiga y menos para que no entienda.
-¿Qué si quieres huevos en perico para desayunar?
A lo que él estalla en carcajadas, y me dice
-Pensé que hablabas de Maduro (mas risas y  ahora yo me sumo a sus carcajadas)
Es en este astracán en que se ha convertido la política venezolana, llena de pajaritos que hablan, con el imitador del difunto, que no deja de ser una pésima copia del caricaturesco comandante, ha provocado no solo las risa y burlas de la comunidad internacional, sino una enorme incertidumbre, ante las reacciones siempre desmedidas, fuera de tono, bravuconadas de los dirigentes, en lo que se refiere a la política exterior, siempre errática y amenazante.
 Es así como la “revolución” sigue inventando inoculaciones desde el cáncer hasta venenos de acción retardada (dignos de James Bond), magnicidios preparados desde Bogotá y hasta flota de aviones de guerra comprados por la oposición (aquí me vuelvo a partir de la risa) y también financiados por Bogotá, y otra ristra larga digna del más creativo guionista de la Radio Rochela, el más longevo de los programas de humor venezolano, desaparecido junto a RCTV, ante la mirada impávida de muchos, que no saben si morir de risa o salir corriendo…a comprar el papel “tuale”, o la mantequilla, que acaba de llegar al supermercado y que si no se apura se acaba, porque ya la cola supera la dos horas de espera.

Recordando a nuestro amado poeta y humorista venezolano Aquiles Nazoa, Venezuela se ha convertido  en “Un sainete o astracán, que en subidos Colores, le demuestra a los autores la torta que puso…” Nicolás.

1 comentarios:

SUJEI dijo...

Hola, mi linda, pero es que el meollo del asunto es que aun no entendemos que, esto es asi, Diosdado el Patron del Mal, Cilia es la Reina del Sur, Arreaza es del Cartel de los sapos, Mario es Chepa Candela y los castros son las tijeras, nosotros quedamos para ver los capitulos de estas miniseries... asi que estas historias continuaran.. un abrazo

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