miércoles, 4 de noviembre de 2015

Soledades

Estar solo es un estado mental, dicen muchos por ahí. Depende de la cantidad de gente que te rodea y si esta gente es compañía para ti o te sientes solo entre ellos, insisten.
 Yo digo que estar solo es solo eso, solo. Sin gente alrededor sin nadie que te joda el día o te lo acomode.
 A veces esas ideas de soledad se las crea la gente misma. Dicen no tener a nadie, aunque están rodeados de gente, porque “no cuentan con nadie” y yo casi siempre les pregunto (no siempre porque algunos no son íntimos como para tal atrevimiento)¿ pero has pedido ayuda? Has buscado la compañía de algunos de esos que te rodean y a los que sientes lejanos, y casi siempre la respuesta es la misma: no ¿para qué? Igual no pueden resolver por mi… ahí está el detalle.
 Están los otros solitarios, aquellos que se quejan exteriorizadamente de que fueron “abandonados” y con el mismo ímpetu te dicen que en otras épocas fueron buscados, reclamada su presencia en tantos lugares y situaciones , por amigos y familiares, que “tuve que empezar a negarme e incluso a esconderme” porque no aguantaba ya tanta multitud ( palabras mas o menos)
También están los que quejándose diariamente de su “pésima” situación (pudiendo estar solventes económicamente hablando, o con trabajo, o con pareja, o con salud o con todo esto junto y las complicaciones propias de la vida que todo esto conlleva)acusan a su entorno de no satisfacer sus necesidades, o acudir a su llamado raudos y veloces, porque “claro, todo el mundo tiene  sus peos y los míos que les pueden importar” (hasta se la echan de comprensivos)
La gente que vive en sociedad no está sola, está necesitada.
No tiene a veces las herramientas para “acercarse” a los demás, pero su gente está ahí, a su alrededor, y en su medida auxilian, tal vez no en los términos que el “solitario” exige, pero está y ayuda y brinda el hombro.

Ahí de ti que te quejen hoy en tu juventud o madurez de soledad. Si cuando llegues a viejo y ya a pateado a todo el mundo, aun te quedaran almas caritativas que vean por ti. Pero mientras tanto, sacúdete y pide ayuda, saluda y ofrece ayuda. Haz caridad, ayuda al prójimo y verás a miles y miles de hermanos tendiéndote la mano.

2 comentarios:

Alexander useche dijo...

Una miss siempre sera hermosa. Estas disertaciones que uno se regala, ayudan mucho a ir dejando de ser aspirante. Si le gusta la poesia entre a mi blog aqui: desde-laventana.blogspot.com

Alexander useche dijo...

Una miss siempre sera hermosa. Estas disertaciones que uno se regala, ayudan mucho a ir dejando de ser aspirante. Si le gusta la poesia entre a mi blog aqui: desde-laventana.blogspot.com

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