martes, 27 de septiembre de 2011

No es Coincidencia



Leyendo hace poco el Blog de una amiga (y prima para ser más exactos) quien ya jubilada del servicio exterior venezolano, ha dedicado su ahora tiempo libre a deleitarnos con sus escritos.
Uno de estos, el más reciente me llevó directo a recordar una columna que escribiera ya hace algunos meses, con referencia a las temporadas invernales, la lluvia y la situación de tanta gente dagnificada no solo en este hermoso territorio colombiano, sino en mi patria bella Venezuela.
Entre otras cosas dice: “Esta tipo de lluvia me asusta un poco porque imagino mucha gente desprovista de seguridad  básica de techo y piso firme. Eso es un lugar común a nivel mundial, pero en mi Venezuela querida y, particularmente en Caracas, es una realidad lamentable. Una momento más para recordar tantas promesas incumplidas, tanto dinero malversado y dilapidado, así como la negligencia campante e impúdica. También mucha ignorancia o falta de educación, si suena menos duro” (1)
Y es que a veces no somos capaces de prevenir que los fenómenos naturales hagan estragos en las tierras que hemos tomado para vivir y desarrollarnos (verdad relativa que merece un análisis más profundo), pero en algunos casos, como esos cordones de miseria que rodean la capital venezolana, la culpa, así con cada letra de la palabra, es de la desidia de nuestros gobernantes, de las miles de promesas incumplidas, de esos delincuentes que se roban el patrimonio nacional y dejan vacías las arcas de la república, con lo que los pocos planes y buenas intenciones se quedan solo en el papel.
Y es que, y haciendo otra vez alusión a una gran amiga, excelente escritora (pero que aún no se atreve a publicar nada y a quien la fortuna y estas líneas semanales me han permitido conocer) dice  y la cito: “Yo soy una convencida de lo necesario que es el hacer que todo candidato haga autenticar sus promesas y publicarlas para que la gente pueda ver, al terminar su período lo que no ha cumplido y ver si ha podido presentar excusas al no hacerlo.
Es preciso, porque nuestros pueblos tienen cualquier cosa, menos memoria. Por eso repetimos errores tras errores. Si leyéramos los incumplimientos de los candidatos, no los reelegiríamos.”(2)
Y yo también estoy convencida de esto, si tuviéramos memoria, ni a estos ni a su séquito tuviéramos el valor de reelegirlos. Si prometen casas dignas y pasados 12 años siguen viviendo en ranchos tan endebles que cualquier lluvia los tumba, si prometen comida y la escases es mayor cada año que pasa, si prometen igualdad y publican listas de personas contarías al gobierno solo para coartarles su libertad al trabajo, nadie con cierta memoria debería volver a votar por estos mentirosos.
No es una coincidencia que dos personas que nunca se han visto o leído, opinen tan parecido. Es una realidad que cada ciudadano de estos dos hermosos países debe tomar en cuenta


Citas: (1) Ana Maria Pigna Trujillo. enserionotas@blogspot.com ( Venezuela)
          (2) Alicia Marín de Bravo. Madre y opinadora (Colombia)

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