Crónicas de una aspirante a Escritora

Fue el título que se me ocurrió sin antes haber escrito una sola línea y no solo porque a veces desarrollar una idea en 2.500 caracteres para estos cuantos párrafos que leen semanalmente se conviertan en algo interesante, es una tarea considerable, sino porque  como “tuitera” que he sido hace ya un par de años, he tenido que desarrollar la habilidad de condensar mis pensamientos a 140 de estos símbolos con los que a diario me comunico con mis casi 8.000 seguidores (término con el que se define a  aquellas personas a las que le “llegan” tus “twits”)

Y tratar de manejar dos longitudes distintas para expresarse no solo requiere poner a prueba la tenacidad sino el espíritu aventurero al tratar de hacer dos tareas tan distintas con cierto éxito.

Esta semana los esfuerzos se vieron ensombrecido por los “hackeos” hechos a varias cuentas de Twitter de opositores al régimen venezolano y que yo, no sé si por casualidad o por mis críticas constantes, fui rozada no muy sutilmente, pero gracias  a la fortuna no fue vulnerada mi cuenta (hasta el momento)

Por supuesto que la sorpresa fue mayúscula, ya que se trató no solo del robo descarado y declarado de cuentas de esta red social, donde incluso publicaron comentarios bastante soeces en algunas y otras, las que pude leer, acusaban al dueño de dicha cuenta de falto de ética y moral por criticar los enormes errores del gobierno del Comandante Chávez.

Ahora yo hago una pregunta que tal vez es más retórica que inquisitiva ¿quién puede ser más falto de ética y moral, el que roba (lo que sea) o quien denuncia lo que cree debe ser denunciado? ¿es posible que este o estos “hackers” crean de verdad que hacen una labor justiciera? ¿En qué cabeza cabe que en un estado que se dice libre, la gente, los periodistas, el pueblo en general, no pueda criticar abiertamente? Solo en unas metes alienadas y adoctrinadas, donde es un solo y único pensamiento el que tiene cabida.

Las redes sociales por universales, están para justamente permitir la amplitud de pensamiento y expresión, ellas han sido herramientas útiles para diversos movimientos internacionales y nacionales, foro de mil discusiones, panel abierto a exponer nuevos y viejos pensamientos.

La necesidad de expresarse libremente, por el medio que sea es casi como respirar, es una necesidad fundamental. Hay quienes usan el lápiz y el papel, otros los medio audiovisuales, otros los electrónicos y los más simplemente su voz. Pero en el momento en que esta voz se les arrebata, ya sea con prohibiciones o por usurpación, caemos  en la violación a un derecho fundamental y consagrado.

Pero esto hechos pueden tener otras interpretaciones ¿Será que hay temor entre los partidarios del gobierno venezolano para llegar hasta la utilización de tácticas tan bajas y viles?, aunque se empeñen en expresar lo contrario, estas acciones demuestran poca confianza en el mensaje que transmiten y reafirman la voz de los millones de venezolanos que se oponen a seguir bajo un régimen que ya no pega una.